martes, 18 de junio de 2013
10 Consejos para Hacerte Buenos Tubos
visto en :
http://www.redbull.com/es/es/surfing/stories/
¿Quieres saber las claves para hacerte buenos tubos? Atento a esto.
No todos podemos hacernos tubos de seis segundos, pero podemos alargar el tiempo dentro del tubo donde sea y cuando sea mientras estemos surfeando. He aquí algunas cosas a tener en mente.
Dobla las rodillas, no la cintura. Realmente este consejo se aplica a todo el surf. Doblar la cintura es un cáncer estilístico del surf, así que cambia esto y aprende de nuevo. Especialmente con los tubos. Imagínate a un surfero que va con las piernas rectas, culo arriba, doblado por la mitad a la altura de la cintura y con la cabeza agachada e intentado meterse en un tubo de medio metro. Y encima haciendo un claim porque se ha hecho una chapela… Mejor no ser ese. Dobla las rodillas.
Los hombros rectos. Mantener los hombros mirando hacia la salida del tubo te hará moverte en la buena dirección. No debes llevarlos en paralelo a la ola o a la orilla, mirando al mar si vas de cara o a la orilla si vas de espaldas. Por supuesto hay excepciones – mira cualquier vídeo – pero hasta que no le pilles el callo, llevar los hombros rectos te ayudará a mantener la buena línea. La que te sacará del tubo. Después de todo ese es el objetivo ¿no?.
Mantén tus ojos bien abiertos. Esto parece obvio, pero los novatos son propensos a cerrar su ojos en cuanto ven que el labio se lanza; como si estuviesen preparándose para algo malo. No los cierres. No cierras los ojos cuando están a punto de servirte en el plato ¿verdad?, pues aquí tampoco lo hagas. Mantente relajado; o por lo menos se capaz de ver.
Viaja. Otro consejo obvio, pero cuya importancia no puede olvidarse. Una o dos semanas con buenas olas es la forma de aprender a hacerse buenos tubos. Tu surf se transformará. Mejorarás más en unos pocos días que durante todo el año en casa buscando chapelas (a menos que tu casa sea Hawai). Además de sus otras ventajas, un viaje de surf acelerará tus habilidades de cara al tubo así que reserva uno y sáltate unos cuantos niveles. Sumatra está bien.
Métete en los cerrotes. “Si no sales no cuenta” pero esto no ayuda mucho. Los cerrotes son una herramienta, son tu campo de entrenamiento, tu ring de combate. Durante muchas décadas en Pipe y Backdoor, los surferos no tan conocidos se han ganado el respeto metiéndose en cerrotes que nadie quería. Eso te funcionará a ti también. Aprovecha los cerrotes para acostúmbrate a los tubos, metiéndote y corriendo por dentro. Salir del tubo vendrá después.
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Durante muchas décadas en Pipe y Backdoor, los surferos no tan conocidos se han ganado el respeto metiéndose en cerrotes que nadie quería. Eso te funcionará a ti también.”
No le des. Los tíos de la generación Momentum, se provocaban entre ellos diciéndose “a que no le das”, para que se picasen cuando había olas potentes. La respuesta natural es un envalentonado “¿que no? ¡mira esto!” Tendrás que usar este truco para maximizar las oportunidades de hacerte tubos, porque muchas de las mejores olas parece que van a cerrar. Demasiado verticales, demasiado profundas, demasiado secas, imposibles. Pero tienes que darle para poder hacértelo. Calla tus dudas imaginándote a tu colega diciéndote “a que no le das!” y demuéstrale que no es verdad.
Mantente en la parte baja de la pared. Especialmente en olas pequeñas. Son complicadas para entrar en sus tubos, así que la tendencia suele ser ir por arriba de la ola, frenar en seco y hacia la pared para meterse debajo del fino labio. Pero esto te tirará hacia arriba de la ola. Pierdes toda tu velocidad, te chupa hacia arriba y te tira. Y adiós tubo. En lugar de hacer esto último, mantente en la parte baja de la pared lo más compacto que puedas (ver: doblar las rodillas). Si tienes que esforzarte tanto por entrar en el tubo tal vez ni merezca la pena.
Visualiza la salida. Uno de los fallos más comunes de los surfers es que solo se centran en meterse al tubo, pero se les olvida que el objetivo final es salir del mismo. Igual que te concentras en coger tu línea y meterte en el tubo, tienes que hacer lo mismo para salir limpio. No debes dudar de que vas a salir del tubo. Suena muy sencillo pero esto marca una gran diferencia. Fallar en la preparación es prepararse para fallar.
No te sorprendas. Los principiantes, y cualquiera que no tenga la costumbre de hacerse tubos, se quedan petrificados al verse envueltos por un tubo. Les entra el pánico escénico. ¡Pero se puede evitar! No te sorprendas cuando te aparezca un tubo. Relájate. Es como estar corriendo en la pared pero con un techo.
No hagas claims. Por favor guárdatelos para ti cuando hayas conseguido salir de un tubito. Nada lo fastidiará tanto como poner un puño en alto o levantar los dos brazos. Ni siquiera mires a la playa. Bosteza si puedes. ¿Que hubiera hecho Curren en tu lugar?