La cara oculta de la Tierra
Moderno como las olas. Antiguo como la mar.
Siempre nunca diferente, pero nunca siempre igual.
Eduardo Chillida
Conocí a Kepa Acero en una terraza de Bilbao una soleada tarde de domingo. Un amigo común, el realizador Aitor Gutiérrez, había organizado el encuentro. Kepa estaba a punto de iniciar su vuelta al mundo, y buscaba consejo para manejarse en esto de Internet.
Cuando le conocí, sentado en aquella terraza, sonriente y despreocupado, me pregunté qué demonios pintaba yo en aquel proyecto (no es sólo que no sepa nada de surf, es que ni siquiera tengo bañador). Le ayudé a montar este blog, le ayudé con Facebook, Flickr y Twitter. Y puse olas en todas partes, como ésa enorme que tienes bajo el título de este blog. Me parecía lógico. No fue hasta que Kepa colgó su primer video desde Sudáfrica que comprendí que el surf no era más que una excusa.
Ver a Kepa surfeando los cinco continentes es una vacuna contra los periódicos y los titulares. Es un golpe de aire fresco, una ventana abierta a la cara oculta de la Tierra. Contemplar una barriada de Namibia a través de sus ojos transmite una verdad más intensa que cualquier documental profesional. No hay apenas técnica ni artificios, sólo un hombre con una cámara, como en los orígenes del cine, como en la era de los exploradores. Kepa muestra el mundo a través de rostros, de niños y de sonrisas. Kepa no mira el mundo como es sino como debería ser, y gracias a Internet, también nosotros somos cómplices de esa verdad.
No se trata de olas. Se trata de personas. Eso es lo único que importa.
Jose A. Pérez / www.mimesacojea.com
PD: Me dice Kepa que está perdido en Java, sin Internet, y que estará unos días sin actualizar el blog