lunes, 2 de julio de 2012
Entrevista : Johnny Cabianca Shaper Profesional
Entrevista: Johnny Cabianca, shaper profesional
por Marcos Heredi
En ocasiones los deportes extremos le otorgan el máximo protagonismo a los riders, marcas, campeonatos, etc. y frecuentemente restamos importancia a los diseñadores de material… Está claro que un buen producto ofrece buenos resultados, esto es fundamental en las competiciones. Todos los riders lo saben. Entrevistamos a Johnny, un brasileño afincado en Euskadi, considerado uno de los mejores shapers del panorama internacional, profundo conocedor de la profesión y buena gente, quien además conoce todos los secretos del mundillo del surf, que no son pocos…
Los shapers tenéis fama de viajar mucho… ¿Es así?
Bueno, creo que hay viajes y viajes… En mi caso, el 99% son para currar (siempre con poco tiempo libre). Sólo me relajo un poco cuando regreso a Brasil, por Navidades, para estar con la familia. Actualmente estoy tan entregado a Pukas motivo por el que no permanezco largos periodos de tiempo fuera.
¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a las tablas?
Empecé profesionalmente en los años 80, cuando tenía un taller de glass propio. Es a partir del 92 cuando comienzo a "destrozar" mis primeros foams...
¿Cuál ha sido tu modelo más exitoso?
El de Gabriel Medina, el DFK (Da Freak Kid). De este modelo salen las tablas de Leonardo Neves, Mario Azurza, Imanol Yeregi... ¡Hasta Sunny Garcia! Y tantos otros que, con perdón, no cito.
¿Llevas mucho tiempo en Euskadi? ¿Qué tal en Pukas?
Llegué aquí en 2001 para montar la máquina DSD (producción de tablas), tras vivir en otros países. Luego regresé en 2003 para ayudar en la maquina y comenzar mi actividad como back shaper. En la actualidad soy responsable de la producción, entrenamiento, contratación, desarrollo de técnicas, técnico de maquinas… Ah, y me sobra tiempo para ser el shaper de la casa (jejeje).
¿Puedes explicarnos cómo funcionan las medidas?
Las medidas están directamente relacionadas con el estilo particular de cada surfista a la hora de surfear... Hoy en día, en el surf profesional los límites no están sólo en las maniobras, creo que se alcanzan con las medidas creadas gracias al feed back del surfista shaper. Siempre buscando incrementar las posibilidades de acción. Las tablas tienen que responder al estilo del “pro” como si fuera una extensión de su cuerpo, sin imposibilitar ningún movimiento...
¿Existe un modelo de tabla standard?
De entre las diferentes clasificaciones y estilos de surf que hay: retro, single, long, twin… Entre las que tienen más demanda están la Tri fin, Single to double, en las proporciones del cliente.
Observamos que cada vez hay más tecnología en el diseño… ¿Qué aportan las máquinas?
Bueno, las máquinas solo ayudan en la producción. Antes todo era hecho a mano y necesitabas más tiempo para finalizarlas, los pequeños cambios tardaban más en ser asimilados y ejecutados. Con los nuevos programas, el sector ha evolucionado y los cambios son mucho más rápidos. A tener en cuenta que para finalizar un “design master”, siendo un tío con mucho conocimiento del software y de tablas, hay ahí mucho curro. Los mejores designers de hoy son los que migraron desde los plainers (cepillos manuales). Para ellos es ahora más fácil entender las curvas. Lamentablemente muchos de los shapers modernos se limitan a copiar y repetir modelos de tablas ya existentes, son incapaces de crear nuevas curvas y de visualizar tendencias.
¿El shaper lo vive como afición o estilo de vida?
En general no lo sabría decir, pero en mi caso quienes me conocen dicen que es una enfermedad que tengo... Vivo 26 horas al día entre surf y tablas.
Para finalizar la entrevista, unas preguntillas…
Música favorita: Bossa nova, D&B, y la jazz del bueno...
Un buen spot de surf: Frente a mi casa en Guaeca (Brasil), o en Zarautz con los amigos.
Una marca de cerveza: Skol en lata.
Una frase: ”Yo os envío como corderos en medio de lobos, sed pues prudentes como las serpeientes y sencillos como las palomas…” Mateo 10.16.
Un color: El verde.
Una película: ”Meu nome não é Johnny” (largometraje brasileño).
Una buena experiencia: Volver todos los años para Navidades y Año Nuevo con la familia.