jueves, 16 de septiembre de 2010

Pukas por: Raul Gunche


Pukas !!!




Hace 5 años al salir de dar una clase de surf en la Escuela de Liencres había una tabla PUKAS Mckee antigua en venta. Era preciosa. Sus coloridas y sencillas pintadas me cautivaron. Según la vi, me la adjudiqué. Estaba destrozada, pero me dije: una más para restaurar y para que algún día me la firme Iñigo Letamendía. Y quien sabe, quizás hasta consiga que su shaper, el mismísimo Mckee me la firme también, porque nada es imposible y la excusa para ir a verle a Australia es perfecta.


El tiempo ha pasado y este verano llegó el momento. Al fin la restauré y ya estaba apta para entrar al agua. Espere a un día de olas ( por cierto bastante difícil este verano ) cosa que ocurrió hace 2 semanas con la primera marejada de escasos 2 metros y vientos del nordeste.


El día esperado era ¡ideal!


Fui a Santamarina y estaba de 1 metro perfecto y nadie en el agua. Después de tanto tiempo esta PUKAS entraba en la zona en la que su “alma mater “la había engendrado. Para el que no sepa la historia, Iñigo Letamendia empezó todo en “Casa Lola“ en Laredo, pueblo situado a 500 metros enfrente de Santamarina.

Mas tarde, Iñigo acabó volviendo a su tierra y desarrollando lo que hoy es esta marca conocida mundialmente.


La remada hasta el pico de 5 minutos me vino bien para adaptarme a una tabla pequeña ( 6,0 ) y con formas de antaño, gruesa y ancha ...

Vino la primera ola de serie. Tendría un metro pasado, la remé y todo salió perfecto. Di tirones rápidos para ir pasando las secciones por encima de las piedras y sentí que la tabla corría más que las actuales. Mi sensación fue plena. En ese momento era el tío mas feliz del mundo, porque soy de aquellos que aprecian estas pequeñas chorradas. Siento sensaciones diferentes, me tele transporto al pasado y disfruto como un niño.
Y sí, estoy seguro que corre más, porque sus quillas son fijas y eso se nota.


Cogí 6 olas y las 6 las surfeé muy bien. Subió la marea demasiado y llegó la hora de salir. Cuando llegue a casa, seguía eufórico. No me había hecho ningún tubo, ningún aéreo, ningún girazo, pero en mi nivel era igual de feliz que cualquier Pro.


Ahora, seguiré surfeando con mi PUKAS en olas como Somo para disfrutar de ese surfing diferente pero divertido.