jueves, 6 de mayo de 2010
VUELVE LA CARABELA PORTUGUESA
El cambio climático está alterando las migraciones de muchas especies. En el caso de la carabela portuguesa (physalia physalis) que todos los veranos se deja ver alguna vez por las playas de la costa cantábrica. Sin embargo, llevaba una década sin aparecer por el Mediterráneo y su presencia en las costas peninsulares empieza a ser más habitual de lo normal, lo que podría presagiar el inicio de una colonización de estas latitudes. El caso podría constituir un problema, ya que esta especie tiene una merecida fama de mortífera. Algunos expertos las tachan de "muy peligrosas".
Las medusas que estos días se han detectado en Alicante habrían llegado a estas aguas a través del Estrecho de Gibraltar impulsadas por las corrientes de aire y se prevé que, en poco tiempo, pudieran llegar a alcanzar las costas baleares.
Las carabelas tienen aspecto de medusa porque son "gelatinosas y pican" pero, en realidad, son otro tipo de organismos llamados sifonóforos (Siphonophora). El animal tiene una parte en forma de globo de color azulado y violeta iridiscente, con un tamaño máximo que oscila entre diez y 15 centímetros, y que siempre permanece en la superficie, aunque bajo el agua esconde unos tentáculos de hasta 30 metros de largo.
Precisamente éste es uno de los rasgos que más lo aleja de las medusas, ya que a diferencia de éstas, la carabela se desplaza sobre la superficie del agua gracias a una vejiga rellena de gas que asemeja una vela de barco y a la que debe su nombre. Sus tentáculos urticantes son los que, en su contacto con personas, pueden producir quemazón, hinchazones y en caso de individuos alérgicos llevar incluso a un paro cardíaco. Su picadura también puede resultar letal en niños y en personas mayores o debilitadas. De hecho, se han registrado algunos casos de fallecimiento por picadura, principalmente en Brasil, donde estos ejemplares suelen aparecer muy habitualmente.
Su picadura es bastante complicada y, según los expertos, entre un 30 y un 50% de la gente a la que le afecta puede acabar hospitalizada. Sus síntomas más graves son la taquicardia, sudoración, mareos y dificultad al respirar, que pueden desencadenar un paro cardiaco
Se ha detectado estos días una alarmante llegada de medusas carabela portuguesa gigantes a las costas de Alicante. Con grandes tentáculos que pueden alcanzar los 30 metros, esta especie es una de las más peligrosas y su picadura puede llegar, en algunos casos, a ser mortal. Habrá que estar al loro